Expectante.
Así llegó de esperar,
buscando el agua,
ahí se abría su manantial, y el rostro
paseaba pensándose húmedo.
Así amanecía entre las brazas,
y el canto de las olas
lo estremecía de ganas.
Ya no quiso fijarse
arqueado, pobre
almacenado más allá de las orillas,
supo que estaba solo,
que nadie, ni nada
vendría a darle techo.
Del sol sabía
de tardes, de intento,
de un indiferente
caminante al pasar.
De la luna sabía más,
de su aliento
tan luminoso y vigilante.
Pero de nada sabía más
que de esperar.
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1 comentario:
Pero de nada sabía más
que de esperar.
Amo esta frase juli, la amo.
Besis
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