sábado, 24 de julio de 2010

A resguardo.

Tapando mi cabeza para no ver
entre tanta miseria si estarás
o no estarás, si no podes salvarte.
Quizás algún muro, o alguna sombra
te resguarde del mundo
pero de todos modos estás en él
si es cierto,
si es que sos real .
Tapado todo mi cuerpo solo por un rato,
solo así para poder escapar
aunque sea solo por un rato
por un rato feroz.
Espero así sea tu protección,
dentro tuyo estaré
como un intruso que se halla
perdido dentro tuyo.
Recorriéndote por todos lados,
voy a ir con vos hasta donde nadie habite.

Incendiando.

Día a día las almas van llenando de fuego
el trozo de silencio que no quieren mirar,
parecen inocentes pero bien lo saben,
lo que hacen es verse solo verse inquietas
y desplegar su furia, como un gran terremoto.
Esta alma que camina por donde nadie quiere,
que abraza al olvido, lo despedaza y sabe,
esta alma sabe que no hay más que decir,
juega con las palabras que nada significan,
de vez en cuando muere,
danza en la continuidad de los días cálidos,
en la continuidad de los días fríos,
como este invierno abandonado,
como este tiempo congelado e hipócrita,
para dejarlo hecho cenizas
para andar y solo andar embadurnada de fuego
.

viernes, 23 de julio de 2010

Aquí.

Adentro de esta caja de paredes lejanas
adentro de la indiferencia de la noche
el frío parece más intenso aún, más frágil,
no quiere a nadie que transportar y nada que decir,
se va, solamente se va
adentro de estas líneas de las que no puedo escapar
ese es el insensato ritmo que la noche me impide y que ya no puedo,
adentro de esta música mis dedos danzan.

Hoy.

Hoy hallo un valor derrotado por el tiempo,
es así si mi alma
si el voraz rápido y sereno paso del tiempo,
si la dicha, si los ánimos.
Hoy hallo un pedazo de noche que es de mármol
un cálido relente respiro y huelo
pero no puedo traspasarla
y no puedo hacerla mía,
temo de salir y que un día se marche lejos,
temo de no ver lo que en realidad deba ver,
hallo los días divertidos y cínicos,
inmóviles, como mi corazón,
como una canción vacía,
como un gesto de desprecio
es hoy lo que hallo aquí
mientras duermo.

a veces

a veces me parece asomo
de una nube gigante
y lentamente subo entre un murmullo

y se me sube y baja y sube y baja este calor,
esta náusea que inunda el centro de mi pecho,
estas horas bajas e ignotas,

este desarrollo del día que lentamente
se va como por un líquido torrente.
A veces es el momento después

o el momento único
o a veces aparecen tus ojos,

aparecen desiertos,
a veces me parece salir asfixiada

de un lugar lleno de humo
escuchando muy baja tu voz que me murmura
y oyendo como a lo lejos alguien canta,
canta y ríe sin parar todo el tiempo
y a veces se me salen los huesos y vuelven a mí
se me salen las tripas y se retuercen, y así
se ven desde las alturas los hombres como cantan
y las almas como ríen en la desesperanza
como si nada nada nada tuviera sentido.