viernes, 27 de julio de 2007

Olas en mi cabeza.

Pensante ola, danzante en el espacio
Miro de reojo al beso vivo
Me guardo el tiempo.
Quisiera pedirte un manto
Y abrigar mis pupilas silenciosas
Quisiera pedirte caminos hacia el umbral...
Solamente un segundo diminuto
Quisiera pedirte la muerte
Y sumergirme feliz en el sepulcro
Lleno de signos, de augurios.
Y sería fin hasta explotar los labios.
Quisiera pedirte entera tu vida
Tu dulce serenata, tu silencio.
Quisiera mucho más que amarte
Quisiera enmudecerme dentro tuyo.
Así pensado en el oleaje, donde quisiera
Perderte, así, desde allí donde miro
Los recuerdos y deseo.

En mitad.

Año mitad
Esperaste mucho,
Como los sueños de los jóvenes,
Como mis utópicos pasos,
Las tardes vacías ¿fueron año?
Mi alma triste es parte muy tuya,
Tanto vagó por tus instantes.
Medio año
Celoso de otros,
De cosas que llegaron tarde,
De imbecilidad repleto,
De inutilidad enfermo.
La noche es llama
Y voy a atravesarla desnuda.
Tanto vagué segundo a segundo
Siguiéndote a vos, ingrato,
Hace años...
No tengo más tiempo, año,
Que vivís de aniquilamiento,
Que te sobran raíces,
A mí no me corras, no me apartes,
Año mitad
Te hará completo el viento cada día.

lunes, 16 de julio de 2007

Al llegar a casa...

Dónde más pueda mentir un poco
Cuando ya tantas cosas han pasado
Diré mejor sólo decir un poco
Para no tener así tanto silencio…
Mis manos duras revelan lo misterioso
quisieran ser mucho más, se desahogan.
En los rincones de casa, en las pequeñas cosas de invierno,
En las letras más sencillas que tuve ocasión de disfrutar,
En la agonía de sufrir mi ignorancia,
Se refugian hoy mis dulces palabras.
Qué extrañas suenan ellas y viven.
Un mundo que hallo siniestro y divertido,
Una humareda de noche sonante,
Los ojos de mi almohada ríen al llegar
Y al sacudir mi cabeza en ella soy feliz.
Cada cosa en la tarde, hasta los copos de nieve,
Me parecen poesías y delirio disperso.
Al arribar a mi almohada que ríe de mí
Y me sostiene espumosa en larga carcajada
Puedo ver tu rostro al cerrar los ojos
Y soy contempladora de tu inmensa sonrisa,
Y aunque tan observada estoy dentro mío,
en mi mente siento un abrumoso placer
en esos ojos donde clavo mi sueño.

viernes, 6 de julio de 2007

la abuela respiraba en el semi cementerio

DESPUÉS DE LA CONSUMACIÓN
LA RABBIA
EL SR. ACATTONE ES MALO COMO INE
COMO LOS PREÁMBULOS , LO CONSTITUÍDO
ODIO! ODIO! OÍDO...
ATENCIÓN
A SABER QUÉ, QUÉ EXACTAMENTE BUSCO SI ESCUCHO
SI AFINO SI BUSCO SUTILMENTE EN EL MÍNIMO MÍNIMO INTERSTICIO
SONSACAR ESTA SENSACIÓN DE EJÉRCITO SOBREAGRUPADO
DE CÉLULA SUPRA ALINEADA
ENCAPSULADA
CRISTALIZADA EN UNA NO RENOVACIÓN
MÁS ODIO .

SON LA FALTA DE IDEAS LO QUE ME REMUERDE
Y LAS QUE MOJAN LA PUNTA DE MI LÁTIGO
LA FALTA DE SENTIDO DE LA OPERANCIA
LA FALTA DE LUBRICACIÓN
LA SOBRA DE HOMOGENEIDAD
EL MANTO QUE CUBRE
EL DISFRAz DE ELLA MISMA

TU NOVIO MI MUCHACHITO
QUIERO LASTIMAR ESTE ORDEN
REVOLUCIONANDO EN MÍ PARA NOS.
ESTE CUERO TENSADO PULIDO Y TEDIOSO

VAMOS ABURRIDOS !
UDS. COMO YO
PUEDEN ROMPERSE LAS MEDIAS DE ESTUPOR
REBALSAR LAS CALLES
DE LA MASACRADA INOCENCIA

DESPUÉS DE LA CONSUMACIÓN
LOS PEQUEÑOS BALCONES DE DECADENCIA Y RELAJO
VOMITANDO COTILLONES COTIDIANOS
DE MEDIOCRIDAD Y DAÑO.

martes, 3 de julio de 2007

El té.

Tomo un sorbo de té para mi cansada garganta.
Otra vez, el frío carcome mi pecho.
Que frío pecho, que frío afuera.
Pero ahora afuera no existe.
Hay voces que cantan tiritando…
Y yo voy de mentira en mentira
Descubriendo donde encuentro lo mejor, tal vez,
Revolviendo basura.
Y otro té más y más y más té,
Este invierno es el tedio, la desdicha,
Es un sin cesar desgraciado.
Es un nudo en la garganta.
Pero lo mejor es que en el congelar del alma
Las sienes se retuercen hasta tiritar
Del frío, el duro frío…
Y este té que tomo es como un alivio
Y deseo tanto más descansar en la calma de este sorbo.
Este sorbo es tan cálido como sus caricias,
Tan necesario como lo fueron sus manos.
El té de la noche es como una calma infinita,
La vuelve sosegada, adormecida,
Y el invierno entonces, no es cierto.
Otra vez deseo tomarlo y mucho silencio,
Con la delicia en mi garganta, baja,
Cierro los ojos, es un té verde, un té loco,
y el frío se marcha lejos…