miércoles, 18 de abril de 2007

Cansada

Voy alienada por las calles y es ahora más que nunca que soy la nada del todo. Camino por la maldita ciudad, no hay salida, o la hay pero no me atrevo a quedarme para siempre afuera. Me quemo porque hay fuego por todos lados. Pierdo el control y me controlan: soy algo que no marca diferencias. Acuerda horarios y los cumple; pomete préstamos y los efectúa; se obliga a hacer cosas. Si ya no quiero hacer nada. Quiero estar cerca del agua y mojarme, refrescarme. Siento frio y me petrifico, el frío me sofoca, no puedo respirar. Me asfixio, necesito aire, apertura. Las paredes del cuarto me comprimen. Los teléfonos me agobian, las fechas me omnubilan. Los horarios me apabullan. No quiero cumplir más con la palabra, no quiero tener que aceptar condiciones (quiero poder ser yo y que algo salga bien). Las fechas: se supone que hay días en los que uno debe hacer algo. Pero... ¿y si no quiero hacer nada? Necesito expandime y no lo logro, todo me limita, no siento nada. No siento el aire, no lo respiro, no lo degusto. Abro el agua caliente del baño para probar el dulzor del vapor. Pero ni siquiera los estímulos me hacen sentirme. Ya no existo, ni siquiera para mí misma. Sé que son sólo sensaciones pero no puedo dejar de desvanecerme. Soy inapropiada. Estéril. Nada se consigue conmigo ni de mí. Nada crece por mí. Alguna vez fui madre, fui semilla que creció y dió flores y hojas verdes y carnosas, suaves, con aroma. Nada de lo que elegí fue lluvia para la semilla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Nada de lo que elegí fue lluvia para la semilla"
Simplemente maravilloso!

Besotes!

Anónimo dijo...

hola lau... creo que este empezar a ser adulto tiene la irremediable pérdida del control de uno mismo... más bien que a uno ·lo· hacen adulto.

luego podemos encontrar formas de encontrarnos, como siempre que estamos con nosotros mismos, jugando. como aprendimos y lo perdimos, como sembramos y no regamos alengando adultez.

a jugar amiga.

y aprendé la historia boloodaaa!!! jaaaaaaaaa.