martes, 25 de septiembre de 2007

Frutos.

Lo que han sacado lo vuelve dar
Vuelvo a funcionar como lo hace la radio
Cuando una manos blancas la encienden
Y comienza a cantar en medio de la tarde.
Más no puede ser, más no puede dar,
A veces sé que se consumen miedos
Y temo que me agrada saberme desdichada.
En los caminos de la casa pierdo
el conocimiento máximo, infinito.
Quisiera saber cuánto puedo dar y exprimirme
hasta el fin de los llantos como un cítrico fresco.
Pero todo da, me vuelve la mirada
La atención, la palabra, la certeza.
Y también me revuelca en la conciencia
Hasta deleitarse con lo que encuentra, tan cierto
como la luz aquí a mi lado,
Una avalancha luminosa de oscuridad
Que envuelve las manos cuando escribo, así,
Y el alma ya no está condenada.
Es mi única forma de saciarme y ser,
la eternidad, los tristes astros, el aire
que respiro tiernamente y celebro,
Que se vuela fulero y hermoso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que poesia tan linda y tan madura. escrita con un lapicito con el que se escribió mucho y al que se le sacó mucha punta.
si yo hubiese escrito esa poesia la presentaria en un concurso. besos.

Nahuel Zaldumbide dijo...

Con aires de Marechal y su romanticismo... con cuardo con el anonimato, deberias pensar trascender a algun concurso, en una de esas te ganes alguna publiqueta de poesias y poemas, los concidero muy humanos, problematicas metafisicas y terrenales de gente profunda y normal en conjuncion...me tocó la chagar.
Jujas...aun te quiero...aun...

amomp3 dijo...

Altiva! Lúcida! quiero q me expliques tus mayúsculas xq creo q al no entender algunas pausas se me pierde un poco de la fuerza d tus palabras en el camino...