martes, 28 de agosto de 2007

Desplegada bestia.


A lo alto de las brazas se extiende el viento,
En inmunda revolución se arremolina,
Parece el cabello mío al despertarme
Y estrella brusco un cúmulo de aire en la mitad.

Como son de fuego frágil, llevadero,
Se hace melodías inmemorables
Como un son, un son conocido
Y canta sin parar y bella el alma.

Se ha aparecido un monstruo elevado,
Al menos como yo lo imaginaba
Y es triste, y moviliza el aire,
Allí arriba danza como una bestia.

La mitad de mi vida me arrebata,
Detesto el espécimen enmohecido,
Se hace cantos, brumas rotas,
Se quiebra de brisa y de llanto.

No sé del tacto de esta llama
Que en mi alma abisma, rojizo,
Una humareda que tapa el cielo
Y todo, todo lo oscurece.

A lo alto se escuda el lado gris,
Se hace sonar, se nutre. Se deshace
Justo de mi ser en la mitad,
Cae todo desde lo alto, y aúlla.

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