lunes, 16 de julio de 2007

Al llegar a casa...

Dónde más pueda mentir un poco
Cuando ya tantas cosas han pasado
Diré mejor sólo decir un poco
Para no tener así tanto silencio…
Mis manos duras revelan lo misterioso
quisieran ser mucho más, se desahogan.
En los rincones de casa, en las pequeñas cosas de invierno,
En las letras más sencillas que tuve ocasión de disfrutar,
En la agonía de sufrir mi ignorancia,
Se refugian hoy mis dulces palabras.
Qué extrañas suenan ellas y viven.
Un mundo que hallo siniestro y divertido,
Una humareda de noche sonante,
Los ojos de mi almohada ríen al llegar
Y al sacudir mi cabeza en ella soy feliz.
Cada cosa en la tarde, hasta los copos de nieve,
Me parecen poesías y delirio disperso.
Al arribar a mi almohada que ríe de mí
Y me sostiene espumosa en larga carcajada
Puedo ver tu rostro al cerrar los ojos
Y soy contempladora de tu inmensa sonrisa,
Y aunque tan observada estoy dentro mío,
en mi mente siento un abrumoso placer
en esos ojos donde clavo mi sueño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que linda poesia, el final me gusta mucho. subí mas! lucio.

Ine dijo...

otra vez la extrema delicadeza
¿como lo logras?
felicitaciones...
otra vez muy juja.

amomp3 dijo...

Fantástica ! Hermosa ! Lindas imagenes y buen léxico.