lunes, 10 de enero de 2011

hundiéndose.

pasos que se hunden, parecen escucharse
extrañamente creo reconocer que se hunden,
nada de silencio, muchos ruidos cada uno en su justo lugar
menos unos agigantados de todo
aullando como lobos que parecen enfurecidos,
transitando, y tras de mí pasos que se hunden.
No le importan a nadie, pero al oírlos soy feliz,
la cabellera de un viejo árbol acaricia mi pecho,
mi ojos salen a volar como dos pequeñas aves
se posarán en lo alto muy alto, allá donde está calmo
escuchando esos pasos que se hunden y estancan,
tan detrás de mí.
Veo como arrasa este viento con fuerza vital,
muchas noches en ese río alumbrando la luna
y tras de mí huellas sumergiéndose en otras huellas

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